Muchos piensan que por mi condición Autista no puedo ser Religiosa y a lo largo de estos 12 años ha sido mi gran batalla, no por mí, sino por la llamada de Dios a servirle desde este estado de vida.
Mi pasión por la lectura me hizo descubrir el misterio de Dios a través del estudio de las ciencias Sagradas. Hablar fue mi reto, pero con ayuda y paciencia he dado pequeños pasos y lo he ido logrando, sin embargo es mi desafío aun demostrar a quienes no creen, que si es posible seguir a Cristo en la Vida Religiosa aun con mi condición autista.
No ha sido fácil, pues no puedo expresarme como los demás, y eso causa impaciencia para quienes me conocen de cerca, tampoco puedo expresar mis sentimientos, ni abrazar como lo hacen los demás. Sin embargo llevo conmigo las Palabras de una gran hermana que me dijo: “Dios es mucho más grande que el Autismo”. Y tiene razón porque gracias a toda mi lucha por seguir a Dios he vencido dificultades, encontré el sentido en la enseñanza a niñas y jóvenes.
No poseo retraso en el área intelectual lo que me ha permitido terminar mis estudios y actualmente estoy cursando una Maestría en Tecnología Educativa. Mi mayor logro fue haber llegado a realizar mi Profesión Perpetua en la Vida Religiosa, gracias a la ayuda e intervención necesaria, hasta obtener el diagnóstico.
No todo acaba con el diagnóstico puesto que el camino es largo, necesito herramientas que me permitan comprender a los demás y que los demás también puedan entenderme, a veces ya no quisiera seguir con las terapias y ser tan normal como los demás, a veces quiero hablar y ya no solo reírme como lo hago. Incluso en la escuela que estaba hace unos años las niñas me decían Madre Risitas, lo hacían con respeto y porque me querían mucho, decían que por qué nunca me enojo. Por eso me gusta ser Maestra porque las niñas son buenas y a ellas les puedo ayudar aun con mi silencio y también con mis pocas palabras.
Por todo esto, puedo decir que, ¡Sí es posible seguir a Cristo de una manera diferente!
Rosa
2 comentarios en “SEGUIR A CRISTO DE UNA MANERA DIFERENTE”
Gracias por su testimonio. Yo soy catequista hace 16 años, fue dificil pero no imposible. Dios es más poderoso que él asperger. Gracias.
Hermana, gracias por su testimonio, mi hija de 8 años ha sido diagnósticada con Asperger y desde aun más pequeña ha mostrado tener una conexión espiritual y un entendimiento del amor de Dios superior al de cualquiera que conozca. Confío en que de la mano de El y de la Santísimas Virgen María mi hija saldrá adelante y será un gran testimonio como usted de lo que Dios hace en nosotros cuando nos abandonamos a su misericordia. Un gran abrazo en Jesús y María.