El Autismo atravesó mi vida DOS veces. Hace 9 años, un 29 de Julio del 2011 con el diagnóstico de Lázaro y un 31 de marzo del 2020 con el mío.
Adivino lo que estás pensando: ¿Estás loca?
O…
¿Qué decís? Si parecés re normal.
Ni una cosa ni la otra. Ni estoy loca ni soy normal.
Uno de los mitos más grandes en torno al autismo es creer que hay que parecer extraterrestre para tener Autismo.
Para que lo entiendas mejor, hace aproximadamente 9 meses atrás empecé a mirarme y a reflejarme en muchas conductas de Lázaro: sus obsesiones, su pensamiento rígido, sus estructuras, su inocencia, su transparencia, su dificultad para socializar como también para expresar y manejar sus emociones.
Pero además, comencé a buscar y a leer material sobre Asperger en Mujeres y quizá, esto también te sorprenda o no (si es que ya sabés del tema):
Muchas mujeres Tea son diagnosticadas erróneamente con otros trastornos ya que en ellas el AUTISMO está mucho más camuflado que en los hombres.
Socialmente se desempeñan mejor que los varones porque pueden imitar conductas de otras mujeres; lo cual hace que puedan pasar desapercibidas y parecer una «persona normal».
Las conductas repetitivas, en ellas se dan con mucha menor intensidad y se asemejan más a los intereses de las niñas que no portan el síndrome, lo cual opaca su detección.
Presentan gran capacidad de memoria a los detalles y de concentración (si algo les interesa.) Por el contrario, presentan dificultades a la hora de planificar y organizar sus acciones, resolver problemas, encontrar distintas soluciones o anticipar los resultados.
La rigidez, en ellas, se manifiesta en el hecho de que no toleran las injusticias o al no sentirse comprendidas: pueden desembocar en sentimientos de rabia o frustración.
Algunas mujeres Asperger pueden presentar desórdenes alimenticios en su adolescencia.
Las Mujeres Asperger son muchas veces consideradas como inmaduras e ingenuas.
Las principales características de las mujeres tea tienen que ver más con intensidades y diferencias de formas de manifestarse que con los síntomas en sí mismos.
Cuando comencé a leer y a leerme a mí misma, me propuse buscar un profesional que me ayudara a confirmar el diagnóstico. Afortunadamente, no solamente hallé a la persona indicada sino que además me sentí cómoda durante el proceso y me terminé de encontrar a mí misma.
Saber que tengo Asperger no me cambia en nada ya que seguiré siendo yo, «la Romi», pero gracias a Dios siento que me saqué una mochila de 100 kilos de encima repleta de experiencias pasadas que hoy sé exactamente por qué ocurrieron.
Agradezco tres cosas:
Uno, haber contado con personas que me acompañaron en este proceso con tanta contención, profesionalismo y humanismo:
La Lic. Aiby Perez Quinteros (al ayudarme al «leerme» a mí misma al comienzo del trayecto)
La Lic. Silvia Silvina Aguirre (al llevar adelante el proceso del diagnóstico)
Laura Dillon (al ofrecerme su mirada tan acertada)
A WALTER y a los CHICOS, a mis PADRES Miriam Pugliese, mis HERMANOS Carina Zejdlik, Dario Zejdlik y a mis amigas de fierro: Adriana GR y Fabi Peralta por aceptarlo naturalmente y fundamentalmente a Dios quien jamás me suelta de Su mano.
Dos: que me tocó cuarentena para contarlo «virtualmente», lo cual me alivia tremendamente la carga de tener que decirlo en persona.
Tres: ahora siento que puedo comprender más a Yayi en su forma inusual de pensar, sentir y habitar el mundo.
Romina Zejdlik
4 comentarios en “El Autismo atravesó mi vida DOS veces”
Gracias por compartir mi experiencia. Ojalá les sirva a otras mujeres también. ?
Un post muy interesante. Muchas gracias por la información. Saludos.
X2.
Me pasó lo mismo que a ti, mi hija fue diagnosticada en Noviembre de 2018 y yo ahora en Agosto de 2021. Cuando diagnosticaron a mi hij, mientras leian el informe, detuve a la psicologa que lo hacía y le dije «oiga, ud me está describiendo a mi cuando era niña», y ahí quedé con eso dando vuelta, intenté evaluarme muchas veces pero siempre pasaba algo que lo impedía, hasta que este año lo hice y confirmaron mi sospecha, lo cual hace explicarme muchas cosas, y como a ti, me hace entender mejor a mi hija y defenderla con mas fuerza aún.
Soy de Chile y estoy buscando orientación con otras mujeres como nosotras y compartir experiencias.
Ojalá poder contactarme contigo.
Dos veces, para mi con dos de mis tres hijos. Desde pequeño yo sabía que a mi hijo menor algo le pasaba con cierto comportamiento, pero siempre sus diagnósticos fueron «solo tiene pataleta’. El 2020 a los 14 años le confirmaron TEA. 1 año antes se lo habían confirmado a mi hija mayor, de 18 años, quien siempre tuvo mucha ansiedad. Ahora goza de sus habilidades atribuidas al TEA.
Tener los diagnosticos me explica muchas de sus conductas de niños , ahora muchas cosas me hacen sentido, ojala lo hubiese sabido antes para haber podido apoyarlos de mejor manera en sus desarrollos y vivencias.