«Sé que está bien ser diferente pero eso no significa que no haya que hacer un esfuerzo, a veces muy grande, para aprender a vivir en sociedad. El ser humano es de por sí un ser gregario, y no podemos ir contra ello. Yo trato de comprender cómo se mueve el mundo y el mundo frena para entenderme a mí.
Me atormenta el juego de adivinanzas que usa la mayoría de la gente, se mueven en grupo y responden al otro cómo si se hubieran puesto de acuerdo antes. Escribo para sacar aquello que quiero que el otro sepa y no sé cómo decírselo, porque quisiera que me conozcan como soy y no como parezco ser. Y no es que trato de ser distinta. Eso de no poder ser como siento que soy es parte de mí, de esta terrible dificultad para poder entender el mundo como lo entienden todos. Este sentirme encerrada en mi cabeza y no poder salir. Tengo que pensar demasiado antes de actuar, nada es natural, como si no pudiera ser libre. No se trata de copiar a los demás, de tratar de ser como el resto, solo se trata de querer entender para estar incluída.
Es increíble, pero esta vía de comunicación, que es más que nada un monólogo, me resulta liberadora. Puedo escribir todo lo que siento, lo que pasa por mi cabeza, como si escapara de mí misma, aliviando todo estado de ánimo que pueda estar entorpeciendo mi día. Sin embargo, una conversación, aunque sea por escrito, me encierra. A veces me cuesta tanto entender lo que me quieren decir que me desespera.
Probablemente la ansiedad sea el estado de ánimo que más me ha acompañado en todos estos años. La soledad, el cansancio, el sentimiento de no pertenencia y la confusión también han sido frecuentes. Incluso hubo algunos momentos de mucha tristeza.
Sin embargo, siempre me he sentido protegida en mi soledad hasta no estar –si alguna vez lo estuve-, ni sentirme más sola. De a poco he ido aprendiendo cuánto dependía de mí misma y de lo que yo eligiera. Entendí que todos, no importa qué tan iguales o distintos seamos, pertenecemos a este mundo y, que por lo tanto, vale la pena hacer el esfuerzo con mucho optimismo.
Estoy contenta, ilusionada. Veo que la gente que me rodea me quiere con honestidad, siento el cariño de los demás y eso me da fortaleza. Hoy puedo superar lo insuperable, quiero que todos sepan que puedo simplemente para que se den cuenta que todos podemos.
Marina nos comparte un texto inédito de su próximo libro » Pensando en voz alta» para nuestra sección «Segun mi punto de vista» donde compartimos experiencias, testimonios y palabras de Mujeres con TEA.
Nos vemos la hora de que se publique su libro para leerlo.
La podremos escuchar compartir su experiencia junto a otras grandes mujeres en el Simposio de Mujeres TEA en la Jornada Internacional de Actualización en TEA el 29/8, en Buenos Aires Argentina.
4 comentarios en “Quiero que todos sepan que puedo, simplemente para que se den cuenta que todos podemos.”
Hola, mi nombre es Rebeca Hantis. Tengo 25 años y padezco de Síndrome de Asperger. Me pareció muy interesante y hermoso tu artículo/relato,como lo quieras llamar.
Actualmente vivo una situación parecida con mis amigos, ya que a raíz de algo con lo que me expresé mal, estas personas llamadas amigos, básicamente me calificaron de falsa y mal organizada porque avisé a último momento que no me podía reunir con ellos porque al día siguiente me reunía con la supervisora de mi tratamiento, que viene a donde vivo (Viedma),cada dos meses…
Me gustaría saber tu nombre y si,en la medida de lo posible,tenes correo o algun modo de contacto.
Me vendría bien contactarme con alguien que tenga mis dificultades y contar mis vivencias.
Cada vez que leo algún artículo acá siento que están hablando de mí. Todavía no sé si soy o no Asperger pero por ahí cerca ando seguro. Buenas palabras!